Las bridas fabricadas con acero de grado 316L ofrecen una mayor resistencia a la corrosión provocada por el agua salada en comparación con las fabricadas con AISI 304. El material tipo 304 es adecuado para aplicaciones estándar en las que el material no está expuesto al agua salada. Las bridas para cables fabricadas con AISI 316L ofrecen una mejor resistencia en este aspecto.

También son libres de halógenos y de siliconas. La versión sin recubrimiento puede soportar temperaturas de hasta +538 °C. mientras que la versión con recubrimiento resiste temperaturas de hasta +150 °C, lo cual representa una diferencia considerable. Esto se debe al recubrimiento protector: éste puede fundirse cuando se expone a una temperatura demasiado elevada. Ambas versiones cumplen con las normas DNV-GL, UL, Reach, RoHS y CE. Naturalmente, ambas variantes son no inflamables y resistentes a los rayos UV.

Ambas bridas de acero están disponibles en versiones con o sin recubrimiento. El recubrimiento, fabricado en poliéster, proporciona un excelente aislamiento y protección cuando se utilizan las bridas de acero inoxidable con, por ejemplo, cables o tuberías. Este recubrimiento evita que el borde de la abrazadera dañe el cable o la tubería al tensarse. Sin embargo, como desventaja, la versión con recubrimiento tiene un rango de temperatura significativamente inferior al de la versión sin recubrimiento.

Las bridas para cables de acero inoxidable fabricadas con AISI 316L se utilizan en aplicaciones de alta exigencia, incluso en las condiciones más extremas. Son ideales para entornos como el sector offshore o en aquellas aplicaciones en las que la abrazadera estará expuesta al exterior durante meses o incluso años.

¿Desea asesoramiento para elegir el tipo adecuado de acero inoxidable? ¿O no está seguro de si optar por abrazaderas de acero inoxidable con o sin recubrimiento? En ese caso, no dude en ponerse en contacto con uno de nuestros asesores. Estarán encantados de ayudarle.